No todos los dueños de gatos pueden comprender de inmediato que su mascota necesita la ayuda de un veterinario.
Te contamos qué señales puedes utilizar para determinar que un gato está enfermo y tiene dolor.
Un gato que sufre no necesariamente maúllará desgarradoramente y correrá por el apartamento.
Muy a menudo, los gatos enfermos se vuelven apáticos y se niegan a comer.
Las pupilas dilatadas y la respiración rápida también pueden indicar enfermedad.
Además, un gato enfermo puede adoptar posturas pretenciosas y reaccionar agresivamente al tacto del dueño.