Una vez fuera, un gato doméstico nunca perderá la oportunidad de masticar la hierba.
Te explicamos por qué a los gatos les gusta tanto esta actividad.
En primer lugar, al comer hierba, los gatos compensan la falta de vitaminas.
La hierba contiene grandes cantidades de vitamina B9 (ácido fólico), que aumenta el nivel de oxígeno en la sangre y favorece el crecimiento del animal.
En segundo lugar, comer hierba ayuda a normalizar la digestión.
Es importante saber que comer pasto contaminado de la calle puede provocar intoxicación en un gato.
Por lo tanto, es mejor comprar pasto especial para su mascota en una tienda de mascotas o cultivarlo usted mismo.