Los perros de cualquier raza y edad pueden sufrir encefalitis y, por tanto, es imposible sin vacunación.
Los criadores de perros experimentados saben que desde la aparición de los primeros síntomas tras la picadura de una garrapata transcurren unos 5 días hasta que se producen consecuencias irreparables. Por tanto, es necesaria una prevención oportuna.
Los parásitos son increíblemente tenaces y se despiertan con el primer calor, no necesariamente en primavera, sino simplemente cuando hace calor.
Para evitar que suceda algo irreparable, es necesario vacunar a tu mascota. Y para que la vacunación funcione en el momento adecuado, hay que realizarla unos 2 meses antes del inicio de la primavera.
Los medicamentos veterinarios modernos se administran a perros adultos y cachorros a partir de los 5 meses de edad. La vacuna no puede prevenir completamente la infección, pero un perro vacunado puede afrontar más fácilmente las consecuencias.
La protección contra patógenos en el cuerpo del animal comienza a formarse después de aproximadamente 14 días.
Después de 60 días, el sistema inmunológico estará listo para proteger el cuerpo.
Después de 1-1,5 meses, se vuelve a vacunar, lo que garantiza la protección del perro contra las picaduras de garrapatas durante 6 meses.
Lo principal es que en el momento de la vacunación el perro esté sano o hayan transcurrido al menos 14 días desde la recuperación de la enfermedad. También es necesario evitar situaciones estresantes.
Los expertos recomiendan tratar los parásitos con 10 días de antelación y también realizar estas vacunas anualmente.