Muchos dueños de gatos se quejan de que sus mascotas tiran comida.
Sí, no se les cae accidentalmente un par de trozos fuera del plato, sino que deliberadamente volcan el plato y comen desafiantemente del suelo. Por cierto, a veces el mismo destino le espera a un bebedero lleno de agua.
Si notas el mismo comportamiento en tu mascota, debes saber que el culpable es el bigote.
Como sabes, los bigotes de los gatos son muy sensibles.
Si entran en contacto con los bordes del cuenco, el animal comienza a sentir graves molestias.
Por eso (y en absoluto por su carácter caprichoso o su comida insípida, como creen erróneamente muchos dueños de gatos), tienen que voltear los platos y desayunar o cenar directamente del suelo.
Un cuenco grande y plano puede ser la solución.
Si esta opción no funciona, prueba a colocar una alfombra de goma debajo del plato de tu mascota.