Los dueños principiantes de perros a menudo cometen errores al intentar enseñar a su animal a seguir órdenes.
Especialmente a menudo surge una situación de malentendido con la orden "no".
Por ejemplo, llegas a casa y una mascota aburrida corre hacia ti lo más rápido que puede, o mejor dicho, patea, comienza a saltar e intenta lamerte.
Es poco probable que a alguien le guste este comportamiento, por eso el dueño grita ese sonado "no".
Sí, simplemente enséñele al animal que “es posible”, pero se le olvida.
Si exigimos que el perro siga nuestras instrucciones, entonces nosotros mismos debemos aprender a dictar correctamente nuestros deseos a la mascota.
Volvamos al caso del salto: en tal situación, se puede lograr el éxito si se utiliza el comando "sentarse".
Después de varios entrenamientos, el perro se sentará cuando aparezcas en la puerta de su casa y esperará tranquilamente hasta que te desnudes y le prestes atención.
Se debe seguir el mismo principio durante todo el proceso de aprendizaje del comportamiento correcto.