Muchos amantes de los perros creen que una mascota que lame “su persona” demuestra amor por él.
Y esto es en parte cierto: así es como el perro demuestra cariño y cariño.
Curiosamente, los científicos pudieron descubrir que en esos momentos el cerebro del animal libera endorfinas, lo que le hace querer repetir esta acción una y otra vez.
Sin embargo, esta no es la única razón de este comportamiento. Al lamer al dueño, olfatearlo y escucharlo, el perro también recopila información sobre él.
Dado que la saliva del perro tiene propiedades bactericidas, se cree que de esta manera los perros ofrecen “servicios médicos” a sus dueños.
Lamer puede verse como una señal de respeto y sumisión; lo más probable es que la mascota quiera demostrar que usted es el líder y el macho alfa aquí.
Este patrón es especialmente común en familias donde se crían varios perros a la vez.
Finalmente, y de forma bastante inesperada, un perro puede lamerte sólo porque le gusta el sabor, no el tuyo, por supuesto, sino el de lo que comiste en el almuerzo.