Lamer las manos del dueño es típico no solo de los perros, sino también de los gatos.
Este es un comportamiento completamente normal, pero en algunos casos puede ser una señal de alerta.
Si tu gato nunca te ha lamido las manos y ahora lo hace todo el tiempo, lo mejor es que contactes con tu veterinario.
Lamer obsesivamente puede ser una señal de que su mascota está bajo estrés extremo o está enferma.
Si su gato también babea intensamente, esto puede indicar problemas en el tracto gastrointestinal, una infección parasitaria, alergias o inflamación de las encías.
En este caso, debe mostrarle inmediatamente a su mascota a un veterinario.