Se sabe que los gatos tienen la extraña costumbre de tumbarse justo en la entrada.
No debes enojarte con tu mascota por esto: él no hace esto en absoluto para interferir con tu paseo.
Las raíces de este hábito felino se encuentran en los instintos naturales.
Obligan al gato a preocuparse constantemente por la seguridad y controlar su territorio.
Por eso a los gatos no les gustan las puertas interiores cerradas y se tumban en la entrada.
No tiene sentido ofenderse o enfadarse con tu gato por esta costumbre, él no entiende lo que te molesta; Simplemente aparte con cuidado a su mascota del camino.