La estructura del ojo de un gato es muy diferente a la de un humano, por lo que los gatos ven el mundo de manera completamente diferente a como lo vemos nosotros.
Hablamos de características interesantes de la visión de nuestras mascotas bigotudas.
El ojo de un gato tiene dos tipos de fotorreceptores: conos para la visión diurna y bastones para la visión nocturna.
Por tanto, los gatos están bien orientados tanto de día como de noche.
Además, la retina del gato tiene una capa vascular que refleja la luz llamada tapetum. Es por esto que los ojos de los gatos brillan en la oscuridad.
Sin embargo, los gatos distinguen los colores peor que los humanos. En la retina del gato no hay receptores para el marrón, el rojo, el burdeos y el naranja.
Los gatos distinguen mejor entre el gris y sus matices: unas dos docenas.
Los gatos también reconocen los objetos en movimiento en la televisión y les encanta mirarlos.