Los dueños de mascotas saben muy bien cómo una conversación trivial por teléfono puede convertirse en una situación interesante.
En esos momentos, nuestras mascotas comienzan a acercarse e intentan por todos los medios atraer la atención de la persona.
Algunas personas creen que así es como las mascotas se vuelven celosas. A partir de esta versión se obtiene lo siguiente: los gatos y los perros no están de acuerdo con que un ser querido pase tiempo con algún otro objeto extraño (teléfono) y están tratando de destetarlo de este hábito.
Sin embargo, cuando simplemente usa su teléfono mientras envía mensajes de texto o revisa las redes sociales, esa reacción no se produce, por lo que la versión de los celos desaparece.
Los expertos creen que la razón está en otra parte. El caso es que nuestros animales creen que la conversación es con ellos. Esto es especialmente cierto si no hay otros familiares cerca de usted durante la conversación telefónica.
Los gatos y los perros piensan que usted acaba de decidir hablar con ellos, por lo que simplemente responden a su iniciativa.