Quizás a todos los dueños les encanta jugar con su mascota. ¿Pero alguna vez has pensado en cómo hacerlo bien?
Debido a acciones erróneas durante el juego, el carácter del animal puede deteriorarse y la mascota aprenderá a manipular a una persona.
Hablemos del juego más común con un perro llamado "Fetch".
Su beneficio es enseñar al perro a coger, sujetar, transportar y entregar un objeto al dueño. Casi cualquier juguete es adecuado para esto: pelotas, frisbees, palos y otros.
¿Qué podría estar mal con el juego? El error es si dejas que el animal tome la iniciativa: no renunciar al juguete, arrebatártelo de las manos y llevártelo, portarte mal para arrojar rápidamente el objeto deseado, es decir, gemir, ladrar o saltar, y pronto.
Tan pronto como notes que el perro te ha impuesto sus reglas y ha comenzado a manipularte, debes detener inmediatamente el juego.
Será correcto si le das a la mascota una idea clara: el momento del lanzamiento lo determina el dueño, y su tarea es atrapar, traer y entregar el juguete.
Si el perro sigue las reglas, hay que elogiarlo.
Los comandos que no están relacionados con el entretenimiento te permitirán complicar el juego: siéntate, acuéstate, dame una pata y otros. De esta forma la atención del animal se centrará en las órdenes y podrás entrenarlo para que les dé prioridad.
Para recompensar a tu mascota por completar con éxito una orden, lanza el juguete una vez más.