Los Corgis deben su popularidad, quizás, a la reina británica Isabel II: durante su reinado tuvo más de tres docenas de perros de esta raza.
Pero incluso sin una patrona tan imperiosa, las "korzhiki" tarde o temprano ganarían reconocimiento; después de todo, es difícil resistirse a su dulce sonrisa y sus pantalones mullidos.
Sin embargo, antes de tomar una decisión a favor de esta raza, debes conocer algunos datos al respecto.
En primer lugar, no debemos olvidar que el Corgi es un perro completamente orientado a las personas.
Las “galletas de mantequilla” conmovedoras son siempre amigables, activas, alegres y enérgicas.
Debido a que estos perros tienen un profundo apego a su dueño, necesitan atención constante.
Además, el Corgi simplemente necesita actividad física, ejercicio y entrenamiento constantes. Por cierto, con un entrenamiento regular, puedes estar seguro de que tu mascota aprenderá muchos trucos y órdenes.
Si todo lo anterior no te asusta, felicidades, estás listo para formar parte de la familia de un cachorro Corgi. Lo que es importante, desde el punto de vista veterinario, los "Korzhiki" son buenas mascotas.
A pesar de que tienen predisposición a ciertas enfermedades, por ejemplo, enfermedades de las extremidades y obesidad, gracias a la prevención oportuna en forma de una nutrición adecuada y actividad física, su mascota estará sana.