Probablemente hayas notado que las pupilas de un gato pueden ser redondas o con forma de hendiduras.
El caso es que el aspecto de los ojos de un gato cambia según la iluminación.
Si el ambiente es oscuro, la pupila se dilatará volviéndose completamente redonda.
Esto permite que llegue más luz a la retina, lo que permite al animal ver en la oscuridad.
Y viceversa: con luz brillante, la pupila toma la forma de una rendija y disminuye de tamaño; así es como los ojos del gato se protegen de la luz brillante.
Además de la iluminación, otros factores influyen en la forma de la pupila.
Por ejemplo, si tu mascota se prepara para jugar o cazar, es probable que sus pupilas estén dilatadas.
El mismo fenómeno se observa si el animal está en alerta y se prepara para repeler el peligro o huir. Este tipo de situaciones surgen durante un paseo por la calle, un viaje, una mudanza a una nueva casa, la aparición de extraños, sonidos agudos, etc.