Todos los dueños de gatos han experimentado al menos una vez la famosa “mordida repentina”.
Hay varias razones para este comportamiento contradictorio del animal.
Si una mascota está molesta, experimenta estrés y ansiedad, es posible que primero lama a su dueño y luego le pruebe sus afilados dientes.
Si notas que tu gato lleva mucho tiempo deprimido, no lo dudes y acude al veterinario.
La atención constante puede resultar aburrida para un gatito: respete el espacio personal de su mascota y no interfiera con su privacidad.
La ignorancia total tampoco es la mejor opción. Si estás absorto en tu libro favorito o pasas demasiado tiempo frente a la computadora, tu gato puede insinuar que necesita atención lamiendo y mordiendo.
A veces tu mascota puede extrañar tanto el cariño que traerá a tus pies sus juguetes favoritos.
Por extraño que pueda parecer, a veces un mordisco repentino después de los juegos previos en forma de lamida indica que el gato siente ternura por ti, aprecia tu cuidado y confía absolutamente en ti.