Los perros no saben cómo ocultar las emociones e inmediatamente dejan claro que están ofendidos.
Pero no siempre está claro qué es exactamente lo que molesta al perro. Te contamos qué podría ofender a tu amigo de cuatro patas.
En primer lugar, el perro seguramente guardará rencor si le gritas.
El perro no entiende por qué le gritas, por lo que no es un método de entrenamiento eficaz.
En segundo lugar, los castigos alimentarios resultan muy molestos y ofensivos para los perros. Nunca intentes quitarle una golosina a tu mascota; podría reaccionar agresivamente.
En general, los perros se molestan ante cualquier alteración de su rutina diaria habitual; para ellos es muy importante tener una rutina clara.
Además, los perros no toleran el aislamiento. La larga ausencia del dueño es muy estresante para el perro.
Pero a los perros tampoco les gusta la atención obsesiva. No debes tocar al perro si se tumba a descansar.