Cultivar constantemente los mismos cultivos en un solo lugar agota el suelo, reduce los rendimientos y promueve la proliferación de plagas.
Una adecuada rotación de cultivos (rotación de cultivos) ayuda a evitar estos problemas, manteniendo el suelo fértil y saludable.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea BelNovosti, agrónoma y paisajista, recordó los principios de la rotación de cultivos.
Cada planta consume ciertos nutrientes en diferentes cantidades. Por ejemplo, el repollo extrae activamente nitrógeno y los tubérculos toman potasio.
Si se planta el mismo cultivo en un mismo lugar cada año, la tierra se agota rápidamente y las plantas comienzan a recibir menos de las sustancias que necesitan.
Una rotación adecuada de cultivos ayuda a prevenir esto. Además, las plantas liberan diferentes sustancias en el suelo y, al rotar los cultivos, se puede minimizar el riesgo de acumulación de toxinas.
Algunos cultivos, como las legumbres, añaden nitrógeno al suelo, por lo que se plantan antes que aquellos que necesitan este elemento en grandes cantidades.
Esta es una forma natural de mantener la fertilidad sin el uso de fertilizantes químicos.
Para obtener una cosecha saludable, es necesario tener en cuenta varias reglas de rotación de cultivos.
En primer lugar, no plante plantas de la misma familia seguidas en el mismo lecho, ya que tienen necesidades de nutrientes similares y plagas similares. Por ejemplo, no se deben plantar patatas después de los tomates, ya que esto agotará el suelo y aumentará el riesgo de enfermedades.
En segundo lugar, la próxima temporada, después de los cultivos "pesados" que absorben nutrientes de forma intensiva (repollo, maíz), se deben plantar cultivos "ligeros": verduras, legumbres y zanahorias. Las legumbres enriquecen el suelo con nitrógeno, mejorando la estructura del suelo y haciéndolo apto para otras plantas.
El tercer principio es que una vez cada pocos años conviene dar un descanso al suelo plantando abono verde (mostaza, altramuz, phacelia). Ayudan a restaurar los nutrientes y suprimir el crecimiento de malezas.
Existen muchos esquemas de rotación de cultivos que son adecuados para los jardineros. Por ejemplo, puedes alternar así: plantar patatas el primer año, zanahorias el segundo, repollo el tercero y legumbres el cuarto.
Esta secuencia ayudará a mantener el equilibrio nutricional. Un esquema que funciona bien es aquel en el que las camas se dividen en cuatro zonas: una zona está reservada para tubérculos (remolacha, zanahoria), la segunda para el repollo, la tercera para las solanáceas (tomates, pimientos) y la cuarta para las legumbres.
Cada año los cultivos se trasladan una cama en círculo. Esto le permite reducir la cantidad de plagas, ya que no tienen tiempo de asentarse en un solo lugar y evitar el agotamiento del suelo.