Una situación común es cuando los pepinos en crecimiento adquieren la forma de una pera.
Por lo tanto, los frutos de los arbustos de pepino se vuelven gruesos en la parte inferior y delgados en el tallo.
A menudo, este fenómeno va acompañado de un color amarillento de los pepinos, así como de cambios en las láminas de las hojas: se vuelven más claras, "curvadas" y manchadas.
Según la experta de la publicación en línea BelNovosti, la agrónoma y paisajista Anastasia Kovrizhnykh, este fenómeno probablemente indica una deficiencia de uno de los microelementos más importantes.
Al parecer, el cultivo de la huerta se enfrenta a una escasez de potasio.
Para devolver la fruta a su forma correcta, es necesario utilizar sal de potasio.
Prepare y utilice una solución a base de este producto: 25-30 gramos por cubo de agua.
Después de unos días, es necesario regar la tierra del lecho de pepinos con agua corriente y también rociarla con sulfato de potasio: aproximadamente 50 gramos del producto deben ser por metro cuadrado.
Los restos de madera sin quemar también demuestran su eficacia. En base a ellos, es necesario preparar una solución: medio litro de ceniza por cubo de agua.
El líquido de ceniza resultante debe usarse para regar los pepinos desde la raíz: para cada planta, hasta 1 litro de solución.
También es necesario recordar que los pepinos en forma de pera pueden ser consecuencia de un riego inadecuado.
No utilice agua a baja temperatura para el procedimiento y no permita el exceso de humedad.