Resulta que la leche no solo es una bebida sabrosa y saludable, sino también un remedio rural elegante.
El producto puede utilizarse como fertilizante y control de plagas.
Sin embargo, no todas las plantas se pueden regar con leche.
Hay cultivos de hortalizas que pueden verse gravemente perjudicados por una bebida blanca. En primer lugar hablamos de berenjenas y pimientos.
Pero hay plantas que “aman” la leche: una alimentación inusual tiene un efecto positivo en ellas.
Los siguientes cultivos de huerta "reaccionarán" positivamente al fertilizante lácteo:
Un punto importante: no se puede utilizar la bebida en su forma "pura" en el jardín.
La leche utilizada como fertilizante debe diluirse con agua.
Si se ha fijado el objetivo de regar pepinos, tomates o cebollas, prepare un producto que consta de los siguientes ingredientes: leche (1,5 litros), agua corriente (7,5 litros), 8 gotas de yodo.
Cava surcos alrededor de los cultivos de tu jardín y vierte el líquido resultante en estos surcos.
Como resultado, las plantas no sólo tendrán acceso a sustancias y microelementos importantes, sino que también obtendrán protección contra plagas peligrosas.