Los jardineros experimentados nunca dejarán los lechos vacíos donde alguna vez crecieron patatas.
Inmediatamente después de cosechar esta hortaliza, se siembra con plantas el área que ocupa, gracias a lo cual se restablece la fertilidad de la tierra.
Estamos hablando, por supuesto, de abono verde, que, además, ayuda a eliminar algunas enfermedades y plagas y deja el suelo suelto y aireado.
Para elegir la mejor opción para plantar después de las patatas, conviene recordar que durante su estancia en el suelo, este cultivo absorbió más activamente nitrógeno, fósforo y potasio.
Por tanto, conviene dar preferencia a plantas que puedan compensar la falta de estas sustancias.
Entre ellos se incluyen, en general, cualquier abono verde de leguminosas: alfalfa, guisantes, altramuces, meliloto, etc.
Si está decidido a eliminar la deficiencia de fósforo y potasio, debe elegir el centeno como ayudante.
Además, destruye las poblaciones de gusanos de alambre, lo que también tendrá un efecto beneficioso en la futura cosecha.
La conclusión es sencilla: rellena los lechos vacíos después de las patatas con una mezcla de centeno y esas legumbres que te sobran.
Cuando las plantas crezcan, póngalas en el suelo, desenterrando o dejándolas para el invierno.
Para información
Las patatas son una especie de plantas herbáceas tuberosas perennes del género Solanum de la familia Solanaceae.