Ahora es un buen momento para tener un impacto directo en los rendimientos de fresas del próximo año.
Para ello sólo necesitas seguir unos sencillos pasos.
En primer lugar, inspeccionamos las fresas en busca de zonas secas y dañadas: primero las retiramos. También quitamos las hojas que nos parezcan enfermas.
En este caso, las fresas no tendrán que desperdiciar nutrientes y energía en “amamantar”. La planta se centrará en su propio desarrollo y producirá una excelente cosecha.
Es extremadamente importante lograr el equilibrio necesario. El exceso de humedad puede provocar enfermedades y la muerte de las fresas. Por falta de riego, las fresas se secarán.
Por lo tanto, concéntrese en el estado del suelo.
Puedes utilizar cualquier fertilizante que tengas a mano. Tanto los fertilizantes naturales como los complejos industriales funcionan bien.
Todas estas actividades deben completarse antes de finales de este mes.