Desde la antigüedad, la gente ha utilizado un fertilizante único en sus parcelas para cultivar tomates.
Nos permitió obtener una cosecha constante y abundante de tomates, sabrosos y jugosos.
Otra ventaja, demostrada a lo largo de los años, es que las plantas con este “golosina” se vuelven invariablemente más fuertes y resistentes a las enfermedades.
La receta para elaborar el producto es antigua y, por lo tanto, quizás, ha sido inmerecidamente olvidada por muchos en favor de las tecnologías modernas.
Pero aquí está el truco: estos últimos no siempre dan los mismos resultados que este remedio verdaderamente popular, que además prolonga la fructificación.
Estamos hablando de la alimentación con levadura. Para prepararlo necesitarás:
– 100 gramos de levadura fresca o seca;
– 250 gramos de azúcar;
– 3 litros de agua hervida o sedimentada.
Disuelva la levadura en una pequeña cantidad de agua tibia, luego vierta la solución en un recipiente de tres litros con el agua restante.
Añade el azúcar, mezcla y cubre con una gasa o un paño de cocina.
Es necesario agitar periódicamente el contenido. Una vez que la fermentación se haya detenido por completo, el alimento estará listo.
Antes de usar se debe diluir un vaso de infusión en 10 litros de agua.
Añadimos un litro del producto preparado a cada planta. Hacemos esto tres veces por temporada.
Gracias a esta alimentación los tomates se vuelven más resistentes a los cambios de temperatura.
Este fertilizante estimula su crecimiento y prolonga la fructificación.
Los frutos madurarán fuertes, jugosos y sabrosos.