Muchos jardineros y residentes de verano utilizan bicarbonato de sodio como aderezo.
El producto tiene efecto, pero no siempre.
Por ejemplo, en primavera y verano, cuando las plántulas están creciendo, no debe usar refrescos, ya que puede dañar las plantas.
Pero en el otoño, a juzgar por las críticas de quienes gustan de cultivar plantas en sus parcelas, los refrescos mostraron su mejor cara.
Dicen: al esparcir refrescos sobre las camas en otoño, desoxidamos el suelo y eliminamos las bacterias dañinas.
Personas experimentadas que llevan mucho tiempo trabajando con este polvo aconsejan añadir 2 cucharadas de refresco por cada metro cuadrado de terreno.
Para facilitar la aplicación, el polvo se puede mezclar previamente con torta de mostaza o polvo de tabaco.
Por cierto, los refrescos, entre otras cosas, te salvarán de desgracias como el mildiú polvoriento, el tizón tardío, la podredumbre gris, etc.
En otoño, muchos jardineros rocían la zona de las raíces de las grosellas y otros arbustos de bayas con bicarbonato de sodio.
De esta forma, se deshacen de las plagas que “se registran” en las raíces de los arbustos durante el invierno, así como de las bacterias dañinas.
En este caso, debemos distribuir uniformemente tres cucharadas de refresco debajo de cada grosella.
La grosella es un género de plantas con flores dicotiledóneas de la familia monotípica de las grosellas espinosas del orden Saxifragaceae, que incluye alrededor de 200 especies naturales.