Mucha gente valora el calabacín no sólo por su jugosidad y sabor, sino también por su facilidad de cultivo y, lo que es más importante, su maduración temprana.
Los jardineros experimentados saben qué variedades producen frutos con un número mínimo de semillas o con semillas muy pequeñas.
Al mismo tiempo, se distinguen por su piel fina y su pulpa tierna, rica en minerales y vitaminas.
Las variedades híbridas más populares son aquellas con altos rendimientos, resistencia a enfermedades, frutos atractivos y un mínimo de semillas.
Es una variedad originaria de los Países Bajos, un híbrido, pocas semillas, arbustos compactos, peso del fruto hasta 3 kilos.
La pulpa tierna contiene muchas sustancias útiles. Bueno para diversos platos y para almacenamiento a largo plazo.
Un híbrido que puede dar fruto sin la ayuda de insectos polinizadores, lo que lo convierte en una variedad ideal para regiones con un clima “problemático”.
Otra gran ventaja es la sencillez de la planta, lo que significa que su cuidado no es difícil.
Los frutos rara vez maduran demasiado, tienen piel fina y pulpa tierna y es mejor comerlos frescos.
Este híbrido de maduración temprana produce abundantes cosechas de frutas con un sabor delicado.
Incluso los calabacines demasiado maduros conservan sus cualidades y muchos pesan alrededor de 800 gramos.
Estas frutas son ideales tanto para cocinar como para conservar.
La variedad es resistente a enfermedades, tiene pocas semillas y es muy productiva.
El peso de los frutos puede alcanzar 1,3 kilos y son aptos para el consumo en fresco y en conserva.
Esta variedad ultraprecoz es resistente al frío y a las enfermedades, los frutos pesan alrededor de 1,5 kilos.
La pulpa jugosa de estos calabacines es ideal para preparar diversos platos.