¿Sigues pensando que no es necesario recolectar semillas de caléndula? Dicen que crecerán solas el próximo año.
Nos apresuramos a decepcionarte: si no recolectas semillas, no debes contar con la conservación de las propiedades decorativas de las flores, así como con su buena germinación.
La recolección de semillas se suele realizar a partir de la segunda semana de septiembre. Una señal elocuente que indica que ha llegado el momento son los arbustos y tallos marchitos.
Si ve una imagen así, significa que las semillas están listas: adivine cuándo estará seco y sin viento afuera, y comience a recolectar.
Con unas tijeras o un sector, corte las cajas maduras y completamente secas y déjelas en un lugar seco y bien ventilado para que se sequen allí.
Después de esto, transfiera las semillas maduras secas de la caja a una bolsa o caja de papel.
Si las semillas aún están húmedas, deberás cortar las flores marchitas junto con los tallos y atarlos; de esta manera obtendrás pequeños ramos.
Cuelga las flores atadas en cajas y debajo de ellas coloca periódicos o cualquier otro papel.
Cuando las semillas estén completamente secas, se caerán solas; todo lo que tienes que hacer es recogerlas en un sobre de papel y guardarlas.