Como sabes, el jugo de las hojas de aloe tiene propiedades curativas.
Es cierto que si cuenta con su ayuda, tendrá que familiarizarse con las reglas que se deben seguir al recolectar las hojas de esta planta.
1. Para obtener jugo, solo se pueden utilizar plantas maduras, cuya edad sea de tres años o más. Por supuesto, puedes obtener lo que quieras de una planta joven, pero el efecto curativo en este caso será insignificante.
2. Medio mes antes de la cosecha prevista, conviene dejar de regar la flor. Esto es necesario para aumentar la concentración de nutrientes en las hojas.
3. No se deben cortar las hojas de aloe. En cambio, conviene separarlos con cuidado con las manos para que no se escape el jugo.
4. Las hojas más viejas situadas en la parte baja y media del tronco son las más adecuadas para este fin.
Las hojas recolectadas se colocan en una bolsa de plástico y se almacenan en un lugar fresco y oscuro durante dos semanas, después de lo cual se lavan, se secan y se trituran con una licuadora o picadora de carne.
Luego se obtiene jugo de la masa resultante envolviendo la masa triturada en una gasa y exprimiéndola.