Cualquier residente de verano quiere que los manzanos que crecen en su parcela den frutos durante el mayor tiempo posible.
Es agradable cosechar frutos grandes, jugosos y sabrosos.
Pero tarde o temprano llegará el momento en que habrá que talar tal o cual manzano.
Hay varios signos de que la planta ya no se puede salvar: han comenzado procesos peligrosos que se han vuelto irreversibles.
Si este hongo aparece en el tronco de un manzano, esto indica lo siguiente: el árbol se ha enfermado, debilitado o demasiado viejo.
Ya no hay ninguna posibilidad de “reanimación”. Es necesario talar la planta.
Si la parte exterior del árbol frutal comienza a desprenderse sin razones obvias (intervención humana o animal, fenómenos meteorológicos adversos), entonces es una muy mala señal.
Lo más probable es que ya hayan comenzado procesos irreversibles en la planta: la muerte inminente del manzano es inevitable.
La presencia de agujeros pasantes en el árbol también indica la necesidad de talar un representante de la flora.
Haga esto con valentía: incluso si deja la planta, aún así no obtendrá una cosecha debido a la falta de fructificación.