Durante el otoño, todo cultivador de rosas debe tomar varias medidas importantes para preparar estas plantas para el invierno.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación de la red BelNovosti, agrónoma y paisajista, nos contó lo que hay que hacer para recibir una recompensa en forma de rosas hermosas y saludables en la primavera.
Al prepararse para el invierno, se recomienda evitar la aplicación de fertilizantes y utilizar mantillo en su lugar.
Casi cualquier material orgánico puede servir como refugio: hojas, cortezas, paja, etc.
Gracias a la poda es posible conseguir la formación de una bonita corona y deshacerse de ramas viejas, enfermas y dañadas. Como resultado, penetrará más luz y aire dentro del arbusto.
El momento óptimo para la poda es a finales de octubre o principios de noviembre.
Se permite regar los rosales antes de la primera helada.
Antes de que las rosas se retiren, es necesario quitar todas las hojas secas del arbusto; de lo contrario, se crearán condiciones favorables para la pudrición y el moho. Tenga en cuenta: las hojas con signos de daño no se pueden agregar al mantillo: es mejor eliminarlas de otra manera.
Para proteger las rosas de los fuertes vientos, tormentas de nieve y heladas, muchos jardineros cubren los arbustos con esteras, después de lo cual aseguran y hacen más pesada la capa protectora.