El gusano de alambre representa una grave amenaza para los cultivos de jardín, capaz de destruir una parte importante de la cosecha.
Sin embargo, existen formas efectivas de combatir esta plaga, incluida la selección de ciertas plantas que ayudarán a proteger las plantaciones y mantener la fertilidad del suelo.
Algunos cultivos tienen propiedades que repelen los gusanos de alambre, lo que los convierte en asistentes indispensables en la lucha contra la plaga.
Las caléndulas se consideran una de las plantas más eficaces a este respecto. Sus raíces secretan sustancias desagradables para las larvas del escarabajo.
Plantar caléndulas a lo largo del perímetro de las camas o entre hileras de cultivos de hortalizas crea una especie de barrera protectora.
La caléndula también ha demostrado ser un remedio fiable en la lucha contra los gusanos de alambre. Sus flores brillantes no solo decoran el jardín, sino que también repelen las plagas con su aroma.
Plantar caléndula cerca de cultivos vulnerables como patatas o zanahorias reduce en gran medida el riesgo de daños a los cultivos.
La mostaza blanca sirve como otro repelente natural. Puede sembrarse como abono verde antes de las plantaciones principales o utilizarse como cultivo intermedio.
La mostaza no solo repele los gusanos de alambre, sino que también mejora la estructura del suelo, enriqueciéndolo con nutrientes.
Una rotación de cultivos debidamente organizada juega un papel clave en el control de la población de gusanos de alambre. La rotación de cultivos priva a la plaga de una fuente constante de alimento, lo que conduce a una reducción de su población.
Se recomienda plantar legumbres como guisantes o frijoles en zonas propensas a la infestación por gusanos de alambre. Estas plantas no sólo son resistentes a las plagas, sino que también enriquecen el suelo con nitrógeno.
Después de las legumbres, es bueno plantar cereales, como el trigo o la cebada. Tampoco son atractivos para los gusanos de alambre y contribuyen a la salud del suelo.
Incluir plantas crucíferas como los rábanos o la colza en la rotación de cultivos también ayuda en el control de plagas debido a su contenido en aceite de mostaza.
Mantener una acidez óptima del suelo se considera un factor importante en la lucha contra los gusanos de alambre.
La plaga prefiere suelos ácidos, por lo que encalar la zona ayuda a crear condiciones desfavorables para su reproducción.
La adición de harina de dolomita o cal apagada en el otoño reduce significativamente la cantidad de larvas.
La excavación regular del suelo también ayuda en la lucha contra los gusanos de alambre. Este procedimiento interrumpe el ciclo de vida de la plaga, llevando las larvas a la superficie, donde se convierten en presa fácil de los pájaros o mueren por exposición a la luz solar.
La excavación en otoño es especialmente eficaz, ya que expone las larvas a bajas temperaturas.
Crear cebos a partir de verduras picadas puede ser una forma eficaz de controlar las poblaciones de plagas.
Los trozos de patatas, zanahorias o remolachas, enterrados a una profundidad de 5 a 10 cm y marcados con clavijas, atraen a los gusanos de alambre.
La inspección periódica y la destrucción de las larvas recogidas en el cebo ayudan a reducir significativamente su población.
Plantar cebollas y ajos a lo largo del perímetro de las camas o entre las hileras de cultivos principales proporciona protección adicional contra los gusanos de alambre.
Estas plantas secretan fitoncidas, sustancias que repelen muchas plagas, incluidas las larvas de escarabajos.
Además, la cebolla y el ajo son cultivos alimentarios valiosos, lo que hace que su cultivo sea especialmente beneficioso para el jardinero.
Atraer a los enemigos naturales de los gusanos de alambre al sitio puede ser un método eficaz de control biológico.
Las aves, especialmente los estorninos y los grajos, comen fácilmente las larvas del escarabajo clic. Instalar pajareras y crear condiciones para que las aves anidan ayudará a reducir la población de plagas de forma natural.
Los escarabajos terrestres y los escarabajos clic también son enemigos naturales de los gusanos de alambre.
Crear condiciones favorables para su hábitat, por ejemplo, dejando pequeñas áreas con pastos silvestres, ayuda a controlar naturalmente la población de plagas.