El ajo de invierno se planta en otoño y en primavera llega el momento de cuidar el lecho del jardín.
El primer paso es quitar el mantillo para que los brotes puedan salir libremente.
Luego, la tierra entre las hileras se afloja con cuidado para que el oxígeno comience a fluir hacia las raíces.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea BelNovosti, agrónoma y paisajista, habló sobre las reglas restantes.
En primavera, conviene sembrar caléndula y caléndulas junto al lecho de ajos, ya que estas plantas repelen las plagas.
El cuidado del ajo de invierno implica desherbar, fertilizar, regar y proteger el lecho de las plagas.
Asegúrese de mantener limpio el lecho de ajo. Simultáneamente con el aflojamiento, también se deben eliminar las malas hierbas.
Las flechas de ajo deben recortarse o romperse. Tan pronto como la flecha muestre un bucle, debe eliminarse.
Queda un muñón de unos 3 cm. No saque la flecha, ya que existe riesgo de dañar la bombilla. Las flechas aparecen ya en junio. Si no quita las flechas del ajo, el rendimiento se reducirá 3 veces.
Hay que regar un lecho de ajos. Regar dos veces por semana, gastando aproximadamente 10 litros de agua por cuadrado de terreno.
Después de regar, muchos jardineros recomiendan cubrir el ajo con estiércol podrido para evitar que la tierra se seque y al mismo tiempo alimentar al ajo.
En primavera, un lecho de ajos de invierno suele empezar a ponerse amarillo. Esto puede ocurrir por falta de nitrógeno o por cambios de temperatura. En este caso, la alimentación ayudará.
Durante todo el período de crecimiento, el ajo de invierno debe alimentarse cuatro veces. Antes de cada aplicación de fertilizantes, el lecho se riega abundantemente con agua a razón de al menos 3 litros de agua por cuadrado de terreno.
La primera vez se les alimenta con nitrógeno inmediatamente después de que se derrita la nieve. Luego, el ajo también se puede alimentar con fertilizantes que contengan nitrógeno y superfosfato. Basta con diluir una cucharada de fertilizante en un balde de agua.
Es bueno utilizar urea como fertilizante que contenga nitrógeno. También puedes utilizar humato de potasio o excrementos de pájaros.
La segunda alimentación se realiza a finales de mayo. Durante este período comienza la formación de los dientes. En mayo se alimentan con potasio. También puedes utilizar nitrofoska.
Para formar una cabeza grande se realiza una tercera alimentación. Puede utilizar fertilizantes minerales complejos para plantas bulbosas. Por cuarta vez, también se aplica fertilizante mineral complejo o ceniza.
La alimentación final se realiza dos semanas después de la tercera alimentación. El ajo responde bien a la adición de superfosfato y fósforo.