No todos los veraneantes recuerdan que al final de la temporada los árboles frutales necesitan un riego final de alta calidad.
Por tanto, vale la pena saber qué reglas es importante seguir.
Las necesidades de humedad de los árboles dependen en gran medida de la edad de las propias plantas. Las plántulas jóvenes necesitan al menos cuatro cubos de agua.
Los árboles de mediana edad consumen siete cubos.
Pero las plantas más viejas conviene “tratarlas” con diez litros de agua.
Dado que estamos hablando de una cantidad muy grande de agua, es necesario calcular correctamente el tiempo de riego. La aplicación ideal de humedad se produce en un momento en el que los árboles ya han perdido sus hojas.
En este caso, conviene proceder inmediatamente a regar y preparar los árboles frutales para el invierno.
Siempre vale la pena saber que, en algunas condiciones del suelo, el riego se realiza con más cuidado. Los residentes de verano que tienen aguas subterráneas cercanas deben tener especial cuidado.
También hay que tener cuidado con el mal drenaje.