Hay dos tipos de ajo: invierno y primavera. Las variedades de invierno se plantan en otoño y las de primavera, en primavera.
Para obtener una buena cosecha de ajo, es necesario fertilizarlo adecuadamente al plantar.
Anastasia Kovrizhnykh, experta de la publicación en línea BelNovosti, agrónoma y paisajista, compartió las recomendaciones pertinentes.
El primer paso es preparar tu lecho de ajo. Para hacer esto necesitas hacer lo siguiente:
• Elija un lugar: al ajo le gustan los lugares soleados y protegidos del viento, con suelo suelto y fértil, sin salinidad ni agua estancada.
• Limpie el lecho: el ajo no tolera las malas hierbas, por lo que debe limpiar completamente el lecho, así como las piedras y los escombros.
• Arar el lecho: el ajo necesita una labranza profunda, por lo que es necesario arar el lecho hasta una profundidad de 25 a 30 cm, esparciendo terrones de tierra.
El segundo paso es seleccionar y aplicar fertilizantes para el ajo. Para ello es necesario saber qué fertilizantes son adecuados para este cultivo:
Los abonos orgánicos son abonos que contienen materia orgánica como compost, humus, estiércol de gallina, etc. Saturan el suelo con nutrientes, mejoran su estructura y capacidad de humedad. Los fertilizantes orgánicos deben aplicarse 2-3 semanas antes de plantar el ajo, esparcirlos sobre el lecho del jardín o agregarlos al suelo.
Los abonos minerales son abonos que contienen minerales como nitrógeno, fósforo, potasio, etc. Estimulan el crecimiento y desarrollo del ajo, aumentan su resistencia al invierno y su inmunidad. Los fertilizantes minerales se deben aplicar inmediatamente antes de plantar el ajo, mezclándolos con la tierra o haciendo pequeños agujeros debajo de cada diente.
Entre los fertilizantes minerales se pueden distinguir los siguientes:
El superfosfato es un fertilizante que contiene fósforo y calcio. Favorece la formación de cabezas de ajo grandes y de alta calidad, y también aumenta su resistencia a las enfermedades. Se debe agregar superfosfato a razón de 30-40 g por 1 metro cuadrado. m camas.
La sal potásica es un fertilizante que contiene potasio y cloro. Mejora el metabolismo del ajo y también aumenta su resistencia al invierno y su sabor. La sal de potasio se debe agregar a razón de 20-30 g por 1 metro cuadrado. m camas.
El nitrato de amonio es un fertilizante que contiene nitrógeno y amoníaco. Estimula el crecimiento y desarrollo de la masa verde del ajo y también acelera su maduración. El nitrato de amonio se debe agregar a razón de 10 a 15 g por 1 metro cuadrado. m camas.
Para que el ajo crezca bien, es necesario plantarlo correctamente. Siga estos pasos:
Separe las cabezas: el ajo se planta con dientes, que deben separarse con cuidado de la cabeza sin dañarlos. Los dientes deben ser grandes, sanos e intactos, sin signos de enfermedad o daño.
Trate los dientes: los dientes de ajo deben tratarse antes de plantarlos para protegerlos de plagas y enfermedades. Para hacer esto, puede utilizar una solución de permanganato de potasio, refresco o infusión de ajo. Los dientes deben sumergirse en la solución durante 15 a 20 minutos y luego secarse al aire.
Plante los dientes: los dientes de ajo deben plantarse a una profundidad de 5 a 7 cm, dejando una distancia de 10 a 15 cm entre ellos. Los dientes deben plantarse con el extremo puntiagudo hacia arriba y el extremo plano hacia abajo. Después de plantar, los dientes deben cubrirse con una capa de tierra y compactarse ligeramente.
Con este método, podrás cultivar ajos grandes y fragantes, que te traerán mucha alegría con sus propiedades curativas.