En otoño, las principales preocupaciones de los jardineros son los fertilizantes, el control de plagas y la prevención de enfermedades.
Por lo tanto, muchos residentes de verano experimentados también se abastecen de hojas de laurel en este momento. El aditivo culinario es económico, pero ayuda mucho en el país.
En primer lugar, la especia contiene sustancias que resisten el desarrollo de hongos y otros patógenos en el suelo.
En segundo lugar, a muchos insectos no les gusta el olor a laurel, tanto los que viven en la cocina como los que se encuentran en las camas.
En tercer lugar, las hojas de laurel contienen hierro y manganeso, fósforo y calcio, magnesio y otros aditivos necesarios para la nutrición de las plantas.
Además, este aditivo es económico y solo se necesitan tres hojas por metro cuadrado.
Hay dos formas comprobadas: enterrar las hojas en la tierra o preparar una infusión.
1. En promedio, se recomienda utilizar hasta 3 hojas por metro cuadrado de suelo.
Esto es suficiente para mejorar la composición del suelo y proteger el lecho del jardín de plagas y hongos.
2. También es fácil preparar una infusión para regar.
Para ello necesitarás 5 hojas de laurel por 1 litro de agua. Es necesario llevar el agua a ebullición y dejar reposar.
Una vez que se enfríe, añade 9 litros de agua limpia y úsala para regar.
Sin embargo, conviene recordar que los remedios caseros para el control de plagas y enfermedades, así como los aditivos para mejorar la composición del suelo, no siempre garantizan un resultado del 100%.