Todo el mundo sabe que la capa de tierra en macetas con plantas de interior debe cambiarse periódicamente.
Con el tiempo, el suelo se vuelve pobre e incluso peligroso para las flores.
Como regla general, el suelo se reemplaza una vez cada dos años. Pero el procedimiento se puede realizar antes.
Si evalúas la capa superior de tierra en una maceta, debe ser suave y suelta. Si ves una “costra” de tierra dura, es mejor reemplazarla.
En este caso, la humedad y los nutrientes no llegan a las raíces.
Este es el indicador más importante de que reemplazar la tierra será una buena solución. Si la planta parece débil, "lenta" y sin vida, replantarla ayudará a salvarla.
Si notas que durante el riego todo el líquido acabó en el platillo, entonces debes trasplantar la planta a una maceta nueva. Además, una señal puede ser el "asomamiento" del sistema radicular por los orificios de drenaje.
Si estos signos están presentes, se recomienda el trasplante lo antes posible.