El procesamiento otoñal de algunos arbustos frutales es un procedimiento muy importante.
Si el jardinero no lo lleva a cabo a tiempo, en la próxima temporada de verano lo más probable es que se quede sin una cosecha rica y de alta calidad de bayas.
¿De qué tipo de procesamiento estamos hablando exactamente? La respuesta es sencilla: sobre aquella que supondrá la eliminación de plagas.
El hecho es que a algunos insectos peligrosos les gusta mucho "esconderse" debajo de las hojas caídas, así como en los brotes secos.
Si estos "invitados no invitados" no se eliminan a tiempo, en la primavera del próximo año las plantas serán atacadas por ellos.
En primer lugar, los arbustos como las grosellas y las grosellas necesitan un tratamiento de otoño.
Primero debes quitar las hojas caídas que se encuentran debajo de las plantas.
Después de eso, debes desenterrar la tierra debajo de los arbustos.
El siguiente paso es rociar las plantas con la mezcla bordelesa.
También es necesario derramar la capa de suelo desenterrada con una solución de sulfato de cobre (50 gramos por 10 litros de agua corriente).
Además, tiene sentido espolvorear grosellas y grosellas con una pequeña cantidad de restos de madera sin quemar. También puedes rociar los arbustos con gotas de infusión de piel de cebolla.
Esto debe hacerse antes del 1 de noviembre.
La realización del procedimiento después de finales de octubre conlleva una total falta de resultados positivos.