En otoño, un residente de verano tiene muchas cosas importantes que hacer a las que vale la pena dedicar tiempo.
Estos incluyen el tratamiento del jardín contra enfermedades e insectos.
Cuanto mejor sea el procedimiento, más sano estará el jardín la próxima temporada.
Esta regla es obvia para muchos, pero vale la pena repetirla: el procesamiento se realiza exclusivamente después de la cosecha. Utilizaremos potentes productos químicos que harán que la fruta sea peligrosa para la salud.
Es aconsejable que el clima esté nublado pero seco. También vale la pena elegir un día sin viento: no querrás correr el riesgo de que el producto entre en contacto con otras plantas.
Es importante recordar que no solo se procesan los árboles y arbustos, sino también el suelo que los rodea. El diámetro de procesamiento óptimo debe coincidir con el diámetro de la corona.
Dado que estamos hablando de productos muy potentes, es necesario seguir las proporciones especificadas por el fabricante. Si reduce la dosis, no se logrará el efecto deseado.
Si aumentas las proporciones, puedes dañar las plantas.