Los residentes de verano son astutos con todo tipo de inventos que pueden aumentar la productividad, hacer frente a enfermedades y plagas o restaurar la capa fértil del suelo.
A menudo se utilizan especias de cocina y otros productos para estos fines.
Averigüemos qué esperar de una hoja de laurel enterrada en el jardín y qué más se le ocurre a este aditivo.
La hoja de laurel se considera una especia universal. Ha demostrado su valía en la cocina, la medicina popular y ahora también en la agricultura.
Se considera un medio adecuado para preparar las camas para la nueva temporada y resolver una serie de problemas conocidos en los círculos de dacha.
En primer lugar, las hojas de laurel contienen aceites esenciales que repelen las plagas.
En segundo lugar, los fitoncidas y taninos que contiene resisten activamente la propagación de hongos y otros patógenos en el suelo.
En tercer lugar, las hojas de laurel saturan el suelo con potasio, calcio, fósforo, manganeso, selenio, magnesio, cobre y otros minerales necesarios para el crecimiento de las plantas.
Se puede conseguir un efecto similar enterrando sólo tres hojas de laurel en el parterre del jardín a una profundidad de 5 cm.
Luego riegue y cubra con material de cobertura.
Puedes preparar una decocción para regar.
Para ello, añade 5 hojas de laurel a 1 litro de agua y lleva a ebullición. El concentrado se disuelve en 9 litros de agua y los lechos se riegan después de la cosecha.