Definitivamente no se debe ignorar la cáscara de huevo: es un ingrediente asequible para fertilizantes de muy alta calidad.
La ventaja de la cáscara no es sólo su valor nutricional, sino también que es “gratuita”: compramos huevos con fines culinarios.
La composición de la cáscara del huevo se puede llamar impecable. Es una valiosa fuente de calcio, fósforo, silicio, potasio y muchos otros elementos.
Agregar cáscaras de huevo a la tierra la hará más suelta y de mejor calidad. Serán suficientes dos vasos de producto por metro cuadrado.
Muchos productos para el control de plagas pueden ser peligrosos para las mascotas, el suelo, las propias plantas e incluso para el jardinero. Por lo tanto, es necesario utilizar opciones naturales lo antes posible.
Si simplemente colocas conchas (ligeramente trituradas previamente) en el área, podrás deshacerte de las babosas.
A menudo se pueden encontrar referencias a huevos en polvo. Preparar este fertilizante es fácil: basta con triturar las cáscaras hasta convertirlas en polvo con un molinillo de café.
Posteriormente se puede espolvorear debajo de las plantas o utilizar para infusiones y soluciones.