Mucha gente cultiva ajo de invierno, por lo que vale la pena conocer las reglas más importantes.
La tarea principal será deshacerse de los errores principales.
Es importante calcular el momento ideal para la siembra. El ajo debe echar raíces antes del inicio de las heladas, pero no se debe permitir que broten.
También vale la pena recordar que el material de siembra debe plantarse a mayor profundidad en comparación con los cultivos de primavera.
Definitivamente no vale la pena aplicar este tipo de fertilizante fresco: solo dañará el ajo, haciéndolo vulnerable a las enfermedades.
El abono o el humus deben estar podridos: en este caso serán beneficiosos.
El ajo de invierno se desarrollará mal en suelos arcillosos y arenosos. El suelo ácido tampoco es adecuado. No se puede obtener una buena cosecha incluso si el suelo es pobre.
Por ello, conviene en primer lugar realizar una serie de obras para mejorar la calidad del suelo.