En septiembre, puede comenzar a restaurar activamente el suelo en los invernaderos.
Aquí cultivamos con mayor frecuencia tomates y pepinos.
Esto significa que el abono verde seleccionado debe, en primer lugar, prevenir enfermedades fúngicas y suprimir la actividad de la flora patógena. También es extremadamente importante restablecer el equilibrio de nutrientes, ya que las plantas los consumen activamente.
Cualquier cultivo de leguminosas puede ser la mejor opción. Ayudarán a que el suelo sea fértil y aumentarán el contenido de nitrógeno en el suelo.
Los mejores en esta categoría son los guisantes y la arveja. Si hablamos del equilibrio de potasio, entonces debes prestar atención a la avena. Además, el uso del cultivo aumenta el contenido de fósforo en el suelo.
Vale la pena saber que plantar mostaza blanca es la mejor prevención del tizón tardío. Además, este abono verde generalmente cura el suelo y detiene la actividad de microorganismos dañinos.
Este abono verde también es un excelente profiláctico contra casi todas las enfermedades fúngicas. Algunos veraneantes recomiendan combinar mostaza con centeno, lo que aumentará la eficacia del uso de abono verde.