Los jardineros se dividen en dos tipos. Algunas personas disfrutan coleccionando cáscaras de huevo y las consideran un excelente remedio casero de verano.
Otros no ven el sentido de conservar la cáscara dura de los huevos de gallina y prefieren utilizar únicamente fertilizantes minerales.
¿Quién tiene razón? ¿Es necesario "guardar" las conchas para utilizarlas posteriormente en una cabaña de verano?
¿O esta acción sigue siendo inútil debido a la baja eficacia del producto?
La respuesta es simple: hay que recoger las conchas. Esta es una alimentación realmente buena. Además, se puede utilizar para otros fines.
La dura cáscara de los huevos contiene muchos elementos importantes para las plantas: calcio, zinc, manganeso, etc.
Por tanto, muchos cultivos hortícolas se pueden alimentar con cáscaras trituradas. Por cierto, este producto también es apto para plantas de interior.
Si muele tanto las cáscaras de huevo recolectadas que obtenga "harina", obtendrá un remedio ideal para las plántulas de tomate o repollo.
El carbonato de calcio contenido en la cáscara desoxida bastante bien el suelo.
Además, gracias a este remedio natural también se afloja la cobertura del suelo.
Un residente de verano que haya logrado recolectar muchas cáscaras de huevo puede utilizarlas como material de cobertura.
Este mantillo es ideal para las cerezas.
Si mueles la cáscara dura de los huevos y mezclas la masa resultante con una pequeña cantidad de aceite vegetal, obtendrás un cebo ideal para los grillos topo.
Envíe la mezcla a un agujero de 3 centímetros y espolvoree con tierra. Después de un tiempo, el insecto grande mencionado anteriormente será atraído por el olor aceitoso, comerá el cebo y morirá.
Y los grandes fragmentos de cáscara de huevo son un excelente remedio contra las babosas. Simplemente coloque estas piezas alrededor de la planta vulnerable. Los gasterópodos resultarán heridos debido a los bordes afilados del caparazón y ya no representarán un peligro para los cultivos de jardín.