Conocida como una especia culinaria popular, la canela ha encontrado un nuevo uso en la jardinería.
Los jardineros han descubierto las sorprendentes propiedades de esta especia, que pueden proteger a las plantas de plagas y enfermedades.
El uso de canela en los parterres del jardín se está convirtiendo en una práctica cada vez más común entre los jardineros.
Uno de los principales beneficios del uso de canela en el jardín es su capacidad para repeler las hormigas.
El fuerte aroma de la canela desorienta a estos insectos, alterando sus rutas habituales.
Al espolvorear canela en los bordes de los parterres del jardín o en las áreas donde se reúnen las hormigas, los jardineros crean una barrera natural que protege a las plantas de la invasión de estas plagas.
La canela tiene poderosas propiedades antifúngicas. Al rociarlo sobre el suelo alrededor de las plantas, los jardineros pueden prevenir el desarrollo de diversas enfermedades fúngicas, como el mildiú polvoriento o el moho gris.
Esto es especialmente cierto en el caso de plantas susceptibles a las infecciones por hongos, como los tomates o los pepinos.
Sorprendentemente, la canela puede estimular el crecimiento de las raíces de las plantas.
Agregar una pequeña cantidad de canela al hoyo al plantar o trasplantar plantas puede acelerar el proceso de enraizamiento y promover un desarrollo más rápido del sistema de raíces.
Esto es especialmente útil al realizar esquejes y cultivar plántulas.
La canela puede mejorar la estructura y composición del suelo. Contiene diversos minerales y oligoelementos que, al descomponerse, enriquecen la tierra.
Además, la canela ayuda a retener la humedad en el suelo, lo cual es especialmente importante durante los períodos secos.
El fuerte olor a canela no es del agrado de muchos roedores, incluidos ratones y topos.
Al esparcir canela alrededor del perímetro del área o alrededor de plantas especialmente valiosas, puede reducir significativamente la probabilidad de que los roedores las dañen.