Si, al analizar el crecimiento de los lechos de hortalizas, nota que los tomates han comenzado a agrietarse, es necesario determinar urgentemente la causa.
Una cosecha así no se almacenará ni se preparará.
Siempre es importante recordar que los tomates no se "agrietarán" sin ningún motivo.
Mucha gente piensa que durante el período de fructificación aumenta la necesidad de humedad de los tomates. Por tanto, comienzan a aumentar el volumen de agua.
Como resultado, los tomates se agrietan en el jardín.
Recuerde que sólo el estado del suelo puede ser una señal para regar: tan pronto como el suelo se seque, comenzamos a regar. No es necesario aumentar el volumen de agua.
No en vano los veraneantes experimentados tienen planes de alimentación. Si agrega más nutrientes de los necesarios, los resultados pueden ser impredecibles.
En el mejor de los casos, los tomates se romperán.
Sin embargo, hay casos en que los tomates se convierten en una verdadera tabla química, por lo que comerlos es simplemente peligroso para la salud.