Otro problema puede arruinar el estado de ánimo de un jardinero que cuenta con una rica cosecha de tomates.
Además del tizón tardío y otras enfermedades, la cosecha puede estropearse debido a las grietas que aparecen en los frutos durante el proceso de maduración.
Averigüemos por qué los tomates se agrietan y si se puede salvar la cosecha.
La falta de humedad hace que el crecimiento fetal se ralentice, la piel se vuelva menos elástica y se agriete. En este caso, tanto los tomates maduros como los verdes pueden agrietarse.
Lo mismo les puede pasar a los tomates cuando hace calor.
Debes pellizcar y pellizcar con cuidado la planta. Después de que los veraneantes eliminan los brotes laterales, la planta dedica todos sus jugos y fuerzas a la maduración de la fruta.
El crecimiento intensivo conduce al hecho de que la piel estalla antes de que tenga tiempo de formarse debido al rápido crecimiento de la fruta.
Debido a la alta humedad, se pueden desarrollar enfermedades como la pudrición apical, el tizón tardío y la alternaria, entre otras enfermedades.
Estos tomates no se deben comer. A través de las grietas pueden entrar bacterias perjudiciales para la salud.
El exceso o la falta de fertilizante también provoca que el fruto se agriete.
Los residentes de verano deben recordar la aplicación oportuna de fertilizantes. Durante el crecimiento de las plántulas, se requieren fósforo y nitrógeno.
Durante la floración y fructificación: potasio y fósforo.
La última fertilización se realiza dos semanas antes de la cosecha con boro y manganeso, potasio y yodo.