El compost se ha convertido en uno de los tipos de fertilizantes más populares, por lo que casi todo el mundo lo elabora.
Algunas personas se equivocan al creer que cualquier residuo se puede echar al pozo.
Resulta que algunos aditivos pueden convertir el compost en un verdadero veneno.
Estos productos pueden parecer inofensivos para el compost, pero no lo son: el hecho es que se convierten en cebo para varios tipos de plagas.
Por lo tanto, no debes agregarlos al abono.
Es importante recordar que el compost no contiene ningún producto lácteo ni cárnico. Tampoco es necesario añadir huevos.
Puedes añadirle un poco de cáscara, pero debes tener en cuenta que tarda mucho en descomponerse.
Mucha gente considera que este tipo de materiales de construcción son inofensivos, pero esto es injusto. El caso es que durante su uso se acumula una gran cantidad de elementos nocivos.
También hay evidencia de la toxicidad potencial de incluso los paneles de yeso nuevos.