Si te quedan cáscaras de cebolla, no te apresures a sacar la bolsa de basura: pueden resultar útiles en la casa.
Las cáscaras de cebolla contienen muchos nutrientes y minerales; sin duda beneficiarán al suelo, mejorando su salud, nivel de fertilidad y estructura.
También puede utilizar cáscaras de cebolla para controlar las malas hierbas en el jardín; tienen esta capacidad debido a los compuestos de azufre que contienen, que inhiben el crecimiento de plantas dañinas.
No olvides que la piel de la cebolla se descompone rápidamente. Esto significa que se puede utilizar como mantillo en el jardín. Lo que a primera vista parece desperdicio ayuda a enriquecer el suelo, retener la humedad y estimular el crecimiento de las plantas.
Otra opción para utilizar la cáscara de cebolla es como fertilizante para plantas, ya que contiene nitrógeno, fósforo, azufre y oligoelementos: calcio, magnesio, manganeso, zinc, hierro, cobre y boro.
La “piel” que queda de las cebollas también ayuda a enriquecer el suelo al proporcionar materia orgánica que mejora la aireación, el drenaje y la estructura del suelo.