A finales de julio, los tomates consumen principalmente fósforo y potasio del suelo.
También durante este período los tomates necesitan calcio. La falta de este elemento puede provocar la aparición de pudrición apical.
Te contamos qué fertilizantes utilizar para alimentar los tomates a finales de julio.
Primero, sulfato de potasio. Fertilizante sin cloro, bien absorbido por las plantas del suelo.
Para 10 litros de agua basta una cucharada de sulfato de potasio.
Este fertilizante se puede combinar con otros fertilizantes minerales, por ejemplo, superfosfato.
Si se aplicó superfosfato en primavera, no es necesario utilizarlo en julio.
Dos días después de la fertilización con fósforo y potasio, se recomienda agregar nitrato de calcio.
No sólo protege los tomates de la pudrición apical, sino que también evita que las flores se caigan.
Para 10 litros de agua se necesitan 10 gramos de fertilizante. La solución de nitrato de calcio también se puede utilizar para alimentación foliar.
Se recomienda realizar toda la alimentación por la noche (después de las 18 horas).