Es el segundo mes de verano y los veraneantes deben prepararse para fertilizar los cultivos con el llamado juego de borscht.
Las remolachas son las más importantes de esta lista. Para que los tubérculos se vuelvan dulces y jugosos, y el borscht quede rico, debes pensar en fertilizar.
A las remolachas, como a todos los tubérculos, les encanta la tierra ligera y suelta. Es recomendable que el lecho del jardín esté bien abonado con materia orgánica.
Por lo tanto, los jardineros concienzudos preparan el suelo para las remolachas en el otoño, introduciendo humus.
En cuanto a la alimentación de verano, una solución popular sencilla le ayudará.
Para que las remolachas crezcan dulces, es necesario fertilizar el suelo con sal.
Las remolachas deben alimentarse con una solución de sal de mesa. Para prepararlo necesitarás 1 cucharadita de sal por cubo de agua.
También en este momento se aplica fertilizante en forma de infusión de gordolobo. La ceniza de madera (3 tazas por 1 m2) no será superflua.
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