La cebolla es un cultivo exigente que requiere especial atención a la hora de fertilizar. Los fertilizantes seleccionados incorrectamente no solo no pueden traer beneficios, sino que también pueden causar daños graves a las plantas.
Los jardineros a menudo cometen errores al usar fertilizantes inadecuados, lo que provoca la muerte de las plantaciones o una reducción significativa del rendimiento.
Saber con qué no debes fertilizar las cebollas te ayudará a evitar errores comunes y a obtener una cosecha abundante y saludable.
Usar estiércol fresco para fertilizar las cebollas es uno de los errores más comunes y peligrosos.
El estiércol no descompuesto contiene mucho nitrógeno en una forma fácilmente digerible. Debido a esto, las plantas aumentan activamente la masa verde, lo que afecta negativamente la formación de bulbos. Además, el estiércol fresco puede provocar quemaduras en el sistema radicular y convertirse en fuente de diversas enfermedades.
Las cebollas son extremadamente sensibles al cloro, por lo que el uso de fertilizantes que contengan cloro puede causar graves problemas.
El cloro afecta negativamente el desarrollo del sistema radicular, ralentiza el crecimiento de las plantas y perjudica el sabor de los bulbos. En lugar de fertilizantes que contienen cloro, se debe dar preferencia a las formas de sulfato.
El exceso de nitrógeno provoca un crecimiento excesivo de la masa verde en detrimento de la formación de bulbos.
Además, una nutrición excesiva con nitrógeno reduce la vida útil de las cebollas y las hace más susceptibles a las enfermedades.
Los fertilizantes nitrogenados deben aplicarse con moderación y suspenderse un mes antes de la cosecha.
Además del estiércol fresco, no es deseable utilizar otros tipos de materia orgánica fresca: compost, humus o fertilizantes verdes. Pueden convertirse en una fuente de diversos patógenos y atraer plagas.
Los fertilizantes orgánicos deben estar bien podridos y aplicarse con anticipación, a más tardar en el otoño del año anterior.
Aunque la ceniza de madera es una fuente valiosa de potasio y oligoelementos, su uso excesivo puede dañar las cebollas.
El exceso de ceniza provoca un fuerte aumento del pH del suelo, lo que afecta negativamente a la absorción de nutrientes por las plantas. La ceniza se debe utilizar con moderación, no más de 100-150 g por metro cuadrado.
Aplicar fertilizantes minerales sin analizar primero el suelo puede provocar un desequilibrio de nutrientes.
Un exceso de algunos elementos puede bloquear la absorción de otros, lo que afectará negativamente al desarrollo de las plantas. Antes de aplicar fertilizantes, se recomienda realizar un análisis agroquímico del suelo y elaborar un plan de fertilización teniendo en cuenta los resultados obtenidos.
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