Julio es pleno verano, un período en el que los jardineros pueden disfrutar de los frutos de sus esfuerzos. En este momento surge la pregunta: ¿está permitido podar un manzano?
La respuesta no es tan clara como podría parecer a primera vista.
Hay matices y características que conviene tener en cuenta para no dañar el árbol y conseguir una buena cosecha.
La poda de verano, incluso en julio, tiene sus ventajas. La principal ventaja es la capacidad de controlar el crecimiento de los árboles y la formación de copas.
En este momento, el árbol está creciendo activamente y es posible determinar exactamente qué ramas deben eliminarse para mejorar la iluminación y ventilación de la copa. Esto favorece una mejor maduración de los frutos y reduce el riesgo de enfermedades.
Además, la poda en julio ayuda a controlar plagas y enfermedades. Quitar las ramas enfermas y dañadas reduce el riesgo de propagación de infecciones.
La poda de verano también ayuda a fortalecer las ramas que resistirán mejor los vientos y la nieve del invierno.
Es importante recordar que la poda de verano es diferente a la de primavera y otoño.
En julio se recomienda eliminar los brotes jóvenes que engrosan la copa, así como las ramas enfermas y dañadas.
En este caso, es necesario dejar una cantidad suficiente de hojas en el árbol, ya que proporcionan fotosíntesis y nutrición al árbol.
Una poda adecuada implica quitar con cuidado las ramas en ángulo para minimizar el daño a la madera.
El uso de instrumentos limpios y afilados es imperativo para prevenir infecciones. También se recomienda podar en climas secos y soleados para ayudar a que las heridas cicatricen más rápido.
La poda de verano tiene un impacto directo en la calidad y cantidad de la cosecha.
La eliminación del exceso de brotes y ramas mejora el acceso de la luz a los frutos, lo que contribuye a su mejor maduración y aumento de tamaño.
También se reduce la carga sobre el árbol, lo que le permite dedicar más recursos al desarrollo de los frutos restantes.
Sin embargo, vale la pena considerar que una poda demasiado intensiva puede provocar una disminución del rendimiento este año. Por eso, es importante mantener el equilibrio y no dejarse llevar por una eliminación excesiva de ramas.
Es mejor podar poco a poco, valorando el estado del árbol y su reacción.
Después de la poda, el árbol necesita cuidados especiales. Es importante controlar el estado de las superficies de las heridas, tratarlas con barniz de jardín o medios especiales para prevenir infecciones.
También es necesario proporcionar al árbol suficiente humedad, especialmente en climas cálidos, para que pueda recuperarse rápidamente del estrés.
La alimentación del árbol después de la poda también juega un papel importante. La aplicación de fertilizantes con alto contenido de potasio y fósforo ayuda a fortalecer el sistema radicular y mejora la salud general del árbol.
Esto ayuda al manzano a recuperarse más rápido y prepararse para el invierno.
A pesar de los beneficios, la poda de verano conlleva algunos riesgos. Uno de ellos es la probabilidad de infección a través de la superficie de la herida, especialmente en condiciones de alta humedad.
Por ello, es importante podar en tiempo seco y utilizar herramientas desinfectadas.
Otro riesgo es la eliminación excesiva de ramas, lo que puede debilitar el árbol y reducir su resistencia a enfermedades y plagas.
Por tanto, es necesario evaluar cuidadosamente el estado del árbol y podarlo con moderación, dejando suficiente follaje para su normal funcionamiento.
Anteriormente hablamos de un procedimiento importante para los tomates a mediados de julio.