Sucede que una de las plantas menos caprichosas de las casas de veraneo y las granjas rurales, la grosella, empieza a “ser caprichosa”.
A veces “levanta” tanto que deja de dar frutos o produce bayas tan insípidas que hay que tirar toda la cosecha.
El problema se puede solucionar con algunos fertilizantes.
Debes esparcirlo entre los arbustos y excavarlo ligeramente.
El compost saturará el suelo con elementos útiles y mejorará la estructura del suelo, además retiene agua.
Aplicar exactamente de la misma forma que el compost. Es útil porque contiene todos los minerales necesarios.
Sin embargo, se recomienda utilizar solo humus podrido; el humus fresco puede quemar las raíces de la planta.
Los jardineros experimentados a este respecto prestan atención a la urea.
Contiene mucho nitrógeno, lo que estimula el crecimiento de la masa verde y el crecimiento de la planta en su conjunto.
Estamos hablando sólo de aquellos que contienen nitrógeno, fósforo y potasio, los minerales más importantes para las grosellas.
La paja o la turba ayudan a retener la humedad y prevenir las malas hierbas.
En el proceso de descomposición gradual, la paja (turba) enriquece el suelo.
Son muy fáciles de usar: se disuelven en agua y luego se riegan sobre las plantas.
Gracias a este método, las grosellas pueden absorber rápidamente los nutrientes.
Anteriormente se nombraron plantas que no deben alimentarse con cáscaras de huevo.